Blas de Otero dialoga con Sofía Gubaidulina

 El cuaderno se construye con escritos, con poemas, con sonidos, con errores, con imágenes, y con tiempo.

Esta semana comenzamos con Blas de Otero, que conecta con el cristianismo dramático de San Juan de la Cruz que tanto le influyó en su primera etapa al poeta bilbaíno. Luego llegaría su etapa marxista, una tercera etapa en la que domina el “yo” del poeta, con sus problemas, su angustia existencial… La religiosidad entra en crisis y su yo se transforma en nosotros. Una etapa muy social, Y una etapa rota por su muerte, la cuarta, en la que ve como llega la democracia a España, y escribe sus últimos poemas.

Un poema desde los adentros.

Los sonidos los aporta la rusa Sofia Gubaidulina nació el 24 de octubre de 1931 en Chistopol, población situada en la República Autónoma de Tartaristán. Estudió composición y piano en el Conservatorio de Kazán donde se graduó en 1954. Continuó sus estudios musicales en el Conservatorio de Moscú con Nikolay Peikó hasta 1959 y luego con Visarión Shebalin hasta 1963. Sus primeras obras fueron consideradas como irresponsables y le sugirieron que no siguiera un camino equivocado. Sin embargo Dmitri Shostakovich le animó para que siguiera su propio destino. Sus composiciones heterodoxas, rebasaron las fronteras soviéticas en los años ochenta. Actualmente vive entre silencios en  Appen, Hamburgo (Alemania)

Blas de Otero nos derrumba con la lengua escrita, Gubaidulina nos eleva desde los sonidos. 

Ella tuvo que huir de la maquinaria cerrada y castrante de la Unión Soviética, él visitó la China y la URSS de los lejanos años 60.

Mística inquietante, espiritualidad y caminos equivocados, folclore tártaro, silencios interiores, exilios. Los dos buscan la luz natural de la Belleza. A veces está habita donde menos lo creemos.

Sofia Gubaidulina (*1931): Concerto for Bassoon and Low Strings (1975).

Mov.I,  Mov.II [10:19] Mov.III [14:27] Mov.IV [20:42] Mov.V [24:00]



«Poema sin palabras»


Palabras para ti. No las pronuncies.

Cierra

los labios.

Como cierras el puño, abriendo el aire.


No quiero

palabras. Espuma

contra el cantil radiante

de la realidad.

Tú.

El cabello

luminoso.

Roja bandera herida por el alba.

Cuando

me miras, no hay palabras.

El mundo

tiembla en un instante.


Y sé que es bello combatir unidos.



Blas de Otero

De: «En castellano» – 1951-1959 (México, 1960)

Recogido en: Blas de Otero – Obra Completa, 1935-1977

Ed. Galaxia Gutenberg – 2013


Blas de Otero Muñoz nació en Bilbao, el 15 de marzo de 1916.

Miembro de la  Generación del 50′, fue uno de los principales representantes de la poesía social o la conocida como poesía desarraigada, fruto de los tiempos duros que le tocó vivir, la guerra civil española y la terrible dictadura franquista.

Fue un duro opositor de a la citada dictadura que vio nacer, crecer y morir, lucha que fue constante hasta el final de su vida.

En 1945 sufrió una crisis depresiva que lo llevó a recluirse en el sanatorio de Usúrbil. De esta experiencia nacerían las tres obras de su ciclo existencial: «Ángel fieramente humano» (que presentó al premio Adonáis), «Ancia» y «Redoble de conciencia», libro con el que ganó el premio Boscán en 1950.

Ese mismo año conoció a la actriz y poeta vasca Tachia Quintanar, con la que mantuvo una relación amorosa y con la que conservó su amistad durante el resto de su vida.

Tras salir del sanatorio se autoexilió en París, donde comenzó a relacionarse con círculos de exiliados españoles y llegó a afiliarse en 1952 al Partido Cominista. En ese París se fraguó «Pido la paz y la palabra».

De nuevo de regreso en España se integraría en círculos obreros y rurales. Trabajó con mineros y recorrió los pueblos del interior de Castilla y León viviendo del trabajo. También concluyó «Pido la paz y la palabra» y comenzó «En castellano».

En 1955 empezó a ser considerado por sectores de la crítica como uno de los grandes poetas de la posguerra.

Entre 1956 y 1959 residió en Barcelona, donde frecuentó los grupos artísticos locales, que parecer ser rechazaron su libro «En castellano», pero consiguieron que «Ancia» ganase el Premio de la Crítica en 1958 y el Premio Fastenrath en 1961.

En 1960 viajó a la URSS y China invitado por la Sociedad Internacional de Escritores.

En esta época se publicaron (fuera de España debido a la censura) «Esto no es un libro», 1963 (Puerto Rico) y «Que trata de España», 1964 (París).

En 1964 se trasladó a Cuba, donde se casó con Yolanda Pina y le fue concedido el Premio Casa de las Américas. Tras tres años de vivir en La Habana, en 1967 se divorció y regresó a Madrid, donde recuperó su relación sentimental con Sabina de la Cruz.

Durante ese último periodo de su vida publicó numerosas antologías recopiladas por él mismo, y un puñado de libros nuevos.

Anheló y cantó la democracia durante 40 años, aunque no llegó a ver completamente realizado su sueño, murió en Majadahonda (Madrid ) el 29 de junio de 1979.


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