Por qué escribo, acompañado de un poema. George Orwell
"Por qué escribo"
George Orwell (Motihari, India, 1903 - Londres, 1950), cuyo nombre real era Eric Blair, fue novelista, ensayista brillante y maestro de periodistas. Comprometido, coherente, se alistó en la Brigadas internacionales, para participar en la Guerra Civil Española; llegando a Barcelona y participando en las acciones del troskista POUM. Tras combatir en primera línea en el Frente de Aragón (en la zona de Huesca) regresó a la ciudad condal, y allí se acercó con admiración a las transformaciones libertarias de hegemónico movimiento anarquista (CNT) en el cinturón industrial catalán; pero también asistió a la represión estalinista en la región sobre troskistas (con el asesinato de su líder Andreu Nin) y ácratas. A ellos y a su revolución social dedicó su Hommage to Catalonia, publicada en 1938. Novelista de la verdad, de la libertad, visionario del mundo del Gran Hermano, solamente se equivocó en predecir el año en que ocurriría: 1984. Contradictorio como lo somos todos. Siempre libre y siempre humanista pasó buena parte de la vida luchando contra los patriotismo y totalitarismos. Fue socialista toda su vida, siempre en pro de la justicia social siempre desligado de militancias orgánicas; por ello estuvo pocos años militando en el Partido Laborista independiente, admiró el anarquismo español y fue furibundo enemigo del comunismo estalinista.
SUMMER-LIKE FOR AN INSTANT
Summer-like for an instant the autumn sun bursts out,
And the light through the turning elms is green and clear;
It slants down the path and ragged marigolds glow
Fiery again, last flames of the dying year.
A blue-tit darts with a flash of wings, to feed
Where the coconut hangs on the pear tree over the well;
He digs at the meat like a tiny pickaxe tapping
With his needle-sharp beak as he clings to the swinging shell.
Then he runs up the trunk, sure-footed and sleek like a mouse,
And perches to sun himself; all his body and brain
Exult in the sudden sunlight, gladly believing
That the cold is over and summer is here again.
But I see the umber clouds that drive for the sun,
And a sorrow no argument ever can make away
Goes through my heart as I think of the nearing winter,
And the transient light that gleams like the ghost of May;
And the bird unaware, blessing the summer eternal,
Joyfully labouring, proud in his strength, gay-plumed,
Unaware of the hawk and the snow and the frost-bound nights,
And of his death foredoomed.
VERANO POR UN INSTANTE
Veraniego por un instante el sol otoñal sale de sopetón,
y la luz que va por los olmos de las esquinas es verde y clara;
baja por la vereda y las rugosas caléndulas resplandecen.
En llamas de nuevo, las últimas llamas del moribundo año.
Un herrerillo pasa veloz con un destello de alas, a comer
donde el coco cuelga del peral en la pared;
mete el pico en la comida como diminuta piocha golpeteando
con su aguzado pico mientras se aferra a la oscilante cáscara.
Y entonces, sube por el tronco con pata firme y lustroso como
un ratón,
a encaramarse y a exponerse al sol; todo el cuerpo y el cerebro
exaltados en la súbita luz solar, gozoso al creer
que el frío se fue y el verano aquí está otra vez.
Pero ve yo las ocres nubes que se dirigen al sol
y una angustia que trasciende de la razón
atraviesa mi corazón mientras pienso en el cercano invierno,
y la luz efímera que brilla como el espectro de mayo;
Y el pájaro, ajeno bendiciendo el eterno verano,
en gozoso laborío, orgullosos de su fuerza y alegre plumaje,
ajeno al halcón y la nieve y la escarchada noche,
y a su predestinada muerte.
Veraniego por un instante el sol otoñal sale de sopetón,
y la luz que va por los olmos de las esquinas es verde y clara;
baja por la vereda y las rugosas caléndulas resplandecen.
En llamas de nuevo, las últimas llamas del moribundo año.
Un herrerillo pasa veloz con un destello de alas, a comer
donde el coco cuelga del peral en la pared;
mete el pico en la comida como diminuta piocha golpeteando
con su aguzado pico mientras se aferra a la oscilante cáscara.
Y entonces, sube por el tronco con pata firme y lustroso como
un ratón,
a encaramarse y a exponerse al sol; todo el cuerpo y el cerebro
exaltados en la súbita luz solar, gozoso al creer
que el frío se fue y el verano aquí está otra vez.
Pero ve yo las ocres nubes que se dirigen al sol
y una angustia que trasciende de la razón
atraviesa mi corazón mientras pienso en el cercano invierno,
y la luz efímera que brilla como el espectro de mayo;
Y el pájaro, ajeno bendiciendo el eterno verano,
en gozoso laborío, orgullosos de su fuerza y alegre plumaje,
ajeno al halcón y la nieve y la escarchada noche,
y a su predestinada muerte.
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