"La infancia recuperada": el amor a los libros y la fuerza absorta de leer

Vailima por L. E. Aute

"La infancia recuperada", libro que fue escrito por F. Savater al inicio de los años 80, del siglo pasado. El título me hizo fijarme en él, ojearlo en la librería Hydria de Suso y Sesé, me convenció. Una de esas golosinas sobre la literatura, el territorio de los mitos de la infancia, el paso del tiempo y el cine como prolongación de estos territorios - refugio.

Desfilan por sus páginas recuerdos de los mejores relatos bebidos por el filósofo y citas que nunca dejaron de acompañarle, junto a esa familia elegida de personajes entrañables: los proscritos de Guillermo Brown ese proscrito pelirrojo, pragmático y anárquico, "El peregrino de la estrella" esa ultima novela de J. London, Los mares del Sur...ese Conrad de vida en la mar y vida en tierra para dedicarse a escribir, guisadas éstas viandas de temporada, con los mejores aderezos de la cocina de siempre: el Mal, la Muerte, el Tiempo, la Religión, el Poder y emplatado en una mesa de comensales que degustan el aroma del pensamiento filosófico.

Descubrió en mi ciertos nombres que ya siempre me han acompañado: Rilke, Bataille, W. Benjamin, Borges,...y reforzó  para ampliar mis lecturas algunos textos que no conocía de Jules Verne, de la tía Agatha Christie, y me acercó a autores que no fueron, no son y no sé si serán en un futuro, del gusto de mi paladar.

Nos adentra de su sabía mano en ignotos paisajes de la infancia: La Edad Media son Merlín y los Caballeros de la Mesa Redonda. La Rusia de Miguel Strogoff  (el verdadero correo del Zar) es un sueño iniciático trufado de copos rebozados palabras desconocidas: Irkutsk, las tribus kirguises, osos de aquellas tierras infinitas,....  Sherlock H, es ese ser mítico que vive en el London de callejones repletos de oscuros secretos y sagacidad para moverse entre asesinos y conspiraciones. Leerlo es desear vivir en las profundidades marinas con el Capitán Nemo en su Nautilus, refugio repleto de misterios solitarios, y con seres que parecían no padecer los dolores humanos que nos afligían en nuestra juventud. 

Anteriormente en 1.979, había publicado Savater el delicioso texto "Criaturas del aire", que ya nos mostraba un catálogo de personajes de ficción o de la Historia, que no cese de subrayar, releer y leer en voz alta. En la lectura de éste tomo constaté el amor por el genero fantástico de escritor vasco, y su universo mítico que ha ido perdurando y cultivando a lo largo de su vida.

Y para cerrar mi círculo Savateriano, encontré en una librería de viejo de Madrid "Malos y Malditos", ilustrado por Juan Ramón Alonso, editado por Alfaguara en 1.996 desplegando un mapa de enemigos, adversarios, seres malos de novela que a fin de cuentas, están pidiendo a gritos que nos sumerjamos en las lecturas de los libros originales, la mayoría clásicos de la literatura universal.

Fernando Fernández-Savater Martín (San Sebastián, 21 de junio 1.947), filósofo, ensayista, narrador, y polemista.

Al terminar la escuela empezó a estudiar filosofía y luego ética en la Universidad del País Vasco. Recibió influencia de los filósofos de la Escuela de Frankfurt, de Cioran y del pensamiento libertario de Agustín García Calvo. Se unió con Javier Pradera para crear la revista de pensamiento Claves. Se caracterizó por la irreverencia de sus declaraciones sobre temas como los nacionalismos, la naturaleza del poder o las posibilidades renovadoras de la democracia.

En su papel como filósofo adelantó investigaciones sobre los objetos y los mecanismos de la ética. La tarea del héroe (1982) gracias a este ganó el Premio Nacional de Literatura, también publicó Invitación a la ética (1982) el español plantea y expone la exigencia revolucionaria de la no-instrumentalización del hombre y la afirmación de la capacidad de elección del sujeto humano, a pesar de la fatalidad y el azar. Siguiendo su filosofía Dios es una fuente de significado y de solución de escisiones y paradojas. 

Savater propone con entusiasmo la narración fantástica, la historia de los contenidos éticos y heroicos por medio del análisis de personajes y autores como Julio Verne, Arthur Conan Doyle, Richmal Crompton, Jack London, H. P. Lovecraft y, R. L. Stevenson. En suma, defendió la novela de ficción y la sofisticación de la narrativa comprometida en la experimentación lingüística y estructural. Utilizó personajes literarios o históricos para tocar temas como el destino, la violencia, el amor o la muerte.