Coetzee fotografía el madrugador trinar de las aves anidadas en la Camellia japonica

John M. Coetzee (Ciudad del Cabo, Sudáfrica, 9 de febrero de 1.940) es un escritor y novelista sudafricano nacionalizado australiano en 2.006; reside desde 2.002 en la ciudad de Adelaida. Se le otorgó el Premio Nobel de Literatura en 2.003 por «la brillantez a la hora de analizar la sociedad sudafricana», según el acta de la Academia Sueca.

Duke of Deshonra (2001).

Estudió en una escuela inglesa (su lengua materna) en las afueras de Worcester. Se graduó en Matemáticas y Lengua Inglesa por la Universidad de su ciudad natal; posteriormente, se trasladó a Inglaterra, donde trabajó como programador informático en Londres, Cambridge y Aldemaston . Sus recuerdos de la niñez y la juventud están recogidos en sus libros Infancia (1.997) y Juventud (2.002) y Verano (2.009).

En 1965 abandonó la capital británica y puso rumbo a Estados Unidos, donde se doctoró en Lingüística y Literatura en la Universidad de Texas, en Austin.

Después de tres años de experiencia docente en la Universidad estatal de Nueva York en Buffalo, regresó a Sudáfrica en 1.971, donde fue profesor de literatura en la Universidad de Ciudad del Cabo hasta su jubilación.

Actualmente (desde 2.002) vive en Australia y da clases en la Universidad de Adelaida, aunque pasa un semestre al año, desde hace siete, en la Universidad de Chicago, donde recibió la noticia de la concesión del Nobel.

De su vida privada sólo se sabe que está divorciado de Philippa Jubber, tiene una hija, y es vegetariano y abstemio.

Ha trabajado como traductor y crítico literario y es colaborador de The New York Review of Books.

Aunque hasta 1.974 no publicó su primera novela, Dusklands, su carrera  de novelista está llena de galardones literarios. Como crítico literario ha repasado en varios volúmenes (White Writing: On the Culture of Letters, Doubling the Point. Essays and Interviews, Giving Offense: Essays on Censorship) a multitud de autores, desde Osip Mandelstam y Zbigniew Herbert a Flaubert, Defoe, Dostoievski, Thomas Bernhard, Amos Oz o Naguib Mahfouz.

En Las vidas de los animales (1999), recoge las Conferencias de la Cátedra Tanner del curso 1.997-1.998, que pronunció en Princeton. 


A propósito de "Retratos de infancia" 

2.020.


La primera cámara fotográfica de J.M. Coetzee era una Wega de 40 libras esterlinas (que adquirió por correo postal)  de 35 milímetros: una imitación italiana y menos costosa de la ligera Leica utilizada por Henri Cartier-Bresson y otros fotógrafos que él admiraba de la revista Life. Era 1955. Coetzee vivía donde había nacido, en el suburbio de Plumstead, en Ciudad del Cabo (Sudáfrica). Allí fundó el club de fotografía del colegio marista de Saint Joseph de Rondebosch , entre los 15 y 16 años dedicó muchas horas a captar (y revelar luego en un cuarto oscuro) imágenes de su entorno en la Suráfrica de los años 50 ( recién comenzadas las terribles leyes de ‘apartheid’). Estas fotos jamás vieron la luz. En ellas capturó instantes decisivos, miró a través de la lente, miró antes de escribir.  De retratos del medio en que vivía, fueron naciendo sus primeras novelas, describiendo el paisaje sudafricano, las relaciones que percibía desde su timidez (absorto en si mismo), la granja  de ovejas de su tío, y el Karoo ( la árida zona de la granja le calaría hasta los huesos) , pasando posteriormente a ser escenarios de sus fabulas minimalistas sumergidas en aquel kafkiano racismo y las consecuencias trágicas para sus personajes. 

Las imágenes son en blanco y negro. No podían, no se concebían "en color". Aquella separación de negros, europeos y asiáticos era despiadada. La policía acechando. Sus novelas, y autobiografías, en todas juega con la verdad y la mentira de manera magistral, salpican encuadres fotográficos y cinematográficos, lentos, antiguos, revelados en el cuarto oscuro. Negativos y papel recién sacado de la pileta de revelado. Un escritor que desvela el horror cuando sale del cuarto oscuro de la memoria: humillación, violencia, odio, delineadas desde la franqueza, la sinceridad, de aquello que capturaba con su cámara hace sesenta años, aquellos autorretratos que luego viraron a memorias.

En 2014, años después de mudarse de Sudáfrica a Australia, el novelista J. M. Coetzee vendió finalmente su apartamento en Ciudad del Cabo. Poco después, una persona cercana J. M. , (el material se lo ofreció Dorthy Driver, la compañera de Coetzee que viajo a Ciudad del Cabo para cerrar los tramites de la venta) escudriñó dentro de las cajas de cartón olvidadas en el piso vacío y, para su sorpresa, encontró adentro un revoltijo de material inédito excepcional del taciturno premio Nobel. Pero no se trataba de manuscritos. Eran fotografías y el material de laboratorio original: fajos de impresiones amarillentas que mostraban “escenas de una vida de provincias”, como en el subtítulo de los tres volúmenes de su autobiografía, además de negativos sin revelar, una ampliadora, cubetas de revelado, etc. La persona que las encontró: Hermann Wittenberg, había colaborado con el escritor en guiones cinematográficos, contactó con el Premio Nobel, y le solicitó permiso para revisarlas y hacer "algo con ellas". El novelista nunca pensó que de aquellas fotos olvidadas, surgieran un libro y una exposición: "eran carretes fotográficos de un adolescente aficionado".  Las impresiones en blanco y negro de su familia, de su colegio y de la vida cotidiana en la granja de su tío han salido a la luz por primera vez, en una exposición en el Museo Irma Stern en Ciudad del Cabo. La exposición fue organizada por la comisaria de arte Farzanah Badsha y Hermann Wittenberg, el académico que rescató las imágenes.

De aquella mirada incipiente, y a la vez madura, se editó en 2.019 el libro "Retratos de infancia", en el que la mirada furtiva aporta los comentarios personales del autor al revivir lo que fotografío a mediados de los años 50. Fue un fotógrafo espía, clandestino, de mirada rápida. Matemático, observador, escritor. Nobel de Literatura.

Advertencia: Debido a la reserva y al misterio que rodean a Coetzee, los datos de esta biografía pueden acabar siendo desmentidos. 

"Retratos de Infancia"   (Photographs from Boyhood, 2.020) 

Ed:  Literatura Random House. Barcelona, 2.020.

 Traducido del inglés por Aurora Echevarría Pérez.  



Trinar de las aves anidadas: carboneros, herrerillos, mitos, agateadores, petirrojos o pinzones en la Camelia, Camelio común (Camellia japonica) en marzo.

 El nombre del género proviene de un padre jesuita, que vivió en el siglo XVII, Camellus. Esta planta está emparentada con la Camelia sinensis, la famosa planta del té.

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