F. K: Aforismos, visiones y sueños


L'Ensemble Artaserse (Yoko Nakamura, clavecin - Christine Plubeau, viole de gambe - Angelique Mauillon, harpe - Marc Wolff, luth) et  Céline Scheen (soprano) interprètent  
Che si può fare op. 8 de Barbara Strozzi. 
Soirée enregistrée en public dimanche 10 mars 2019 à 18h au Studio 104 de la Maison de la Radio et présenté par Clément Rochefort.



Otra semana más confinados, otra semana de trabajo, de vida, de lecturas.

Otra semana de sostenerme aferrándome a la buena literatura.

Recojo de mis estantes alguno de los volúmenes de F.K.,hoy comparto sus "Aforismos, visiones y sueños"


 El riguroso estudioso Luis Fernando Moreno Claros, traductor de la monumental biografía de Kakfa firmada por Stach, publicada en Acantilado, escribía en Babelia en enero de 2004: De entre estos cientos de páginas de escritura nunca "lograda", según su autor, y sin embargo tan pura como la de sus libros publicados, destacan 109 enigmáticos "aforismos" conocidos en España como Consideraciones sobre el pecado, el sufrimiento, la esperanza y el camino verdadero, que revelan a un Kafka "existencial" preocupado por la divinidad, el mal y la culpa. Es curioso que de semejante ridiculez naciese una escritura tan lograda; la gran paradoja es que Kafka nunca lo creyó así.


Selecciono un manojo de aforismos numerados tal y como aparecen en el libro que da título a esta entrada de hoy.


Consideraciones sobre el pecado, el sufrimiento, la esperanza y el camino verdadero

6. El instante decisivo del desarrollo humano es continuo. Por ello los movimientos revolucionarios que declaran la nulidad de todo lo acaecido con anterioridad tienen razón, pues todavía no ha ocurrido nada.

23. El verdadero enemigo te transmite un valor sin límites.

26. Los escondites son incontables, la salvación es una; pero posibilidades de salvación hay tantas como escondites.
*Hay una meta, pero ningún camino. Lo que llamamos «camino» es duda.

36 b. El camino es infinito, no se puede acortar nada, no se le puede añadir nada y, sin embargo, cada uno sostiene su inocente vara de medir.«Ten por cierto que también tendrás que pasar el camino señalado por la longitud de la vara, no se olvidará».

46. La palabra «sein» significa en alemán ambas cosas: «existir» y «pertenecerle a él».

56. Hay preguntas que no podríamos olvidar, si no fuéramos liberados de ellas por naturaleza. 

61. Quien ama en el mundo a su prójimo no comete una injusticia mayor ni menor que el que se ama a sí mismo en el mundo. Sólo queda la cuestión de si lo primero es posible.

77. Tratar con seres humanos induce a ejercitar la introspección.
 


Frank Kafka nació en Praga, Bohemia, el 3 de julio de 1883 en el seno de una familia judía. Sus padres eran Hermann Kafka (1852-1931) y Julie Löwy (1856-1934). 

Su padre había nacido en Wossek, aldea de población mayoritariamente judía checo-hablante, cerca de Písek, en la región de Bohemia del Sur. Originario de una familia rural judía de carniceros, con frecuentes problemas económicos, tras trabajar como representante de comercio, en 1881 se estableció por su cuenta en Praga, donde regentó un negocio textil en la Zeltnergasse (Celetná ulice) 12, que contaba con 15 empleados cuando Franz nació. Utilizaba un grajo (kavka, en checo) como emblema comercial.

Su madre, nacida en Podiebrad an der Elbe, era de familia germano-hablante perteneciente a la burguesía judeoalemana. Era hija de Jakob Löwy, un próspero fabricante de cerveza. Provenía, por tanto, de una familia mucho más próspera que la de su marido y tenía una educación más refinada. En su ámbito había profesores universitarios, bohemios y artistas.

Comenzó a estudiar Química en la Universidad de Praga, pero solo aguantó dos semanas. A continuación, probó también Historia del Arte y Filología alemana, pero finalmente, obligado por su padre, estudió Derecho. Alfred Weber (hermano de Max Weber), profesor de sociología, ejerció una enorme influencia sobre Kafka y dirigió su tesis doctoral. A Kafka le impresionó la forma en que Weber analizaba la sociedad industrial y sus peligros. Obtuvo el doctorado en leyes el 18 de junio de 1906.

Mientras estudiaba, participó en la organización de actividades literarias y sociales como miembro del club Lese- und Redehalle der Deutschen Studenten. Promocionó representaciones para el teatro judeoalemán. En sus relaciones sociales, Kafka temía causar repulsión tanto por su físico como por su personalidad. Sin embargo, impresionaba a los demás con su aspecto infantil, pulcro y austero, su conducta tranquila y fría y su gran inteligencia, además de su particular sentido del humor. Desde 1905 se vio obligado a frecuentar los sanatorios por su debilidad física.

Entre 1909 y 1912 hizo varios viajes al extranjero: Riva (1909), París (1910), otra vez a Italia y París (1911) y Weimar (1912).

En 1912 Kafka tomó conciencia de ser escritor.19 Escribió en ocho horas Das Urteil (El juicio) y a finales de noviembre de 1912 terminó Contemplación (Betrachtung), una colección de 18 relatos que habían aparecido previamente dispersos en diversos medios. La aparición de este libro le dio a conocer como escritor

Un tema de gran importancia en su obra es su relación con un padre autoritario. En la intimidad este no dejó nunca de menospreciar a su hijo y hasta el año 1922 lo tiranizó. De ese conflicto y de sus tenaces meditaciones sobre las “misteriosas misericordias” y las ilimitadas exigencias de la patria potestad, declaró el propio Kafka que procedía toda su obra, en particular su célebre Carta al padre, nunca publicada en vida.

Entre 1913 y 1917 mantuvo una relación difícil con Felice Bauer, que dio origen a una correspondencia de más de 500 cartas y tarjetas postales. Su falta de reacción ante el manuscrito de La metamorfosis llevó a Kafka a un profundo abatimiento. Aunque llegó a presentar una solicitud de matrimonio en junio de 1913, al final no lo hicieron. Ya en el otoño de ese mismo año se produjo una primera ruptura, ocasionada al conocer a G.W, la mujer identificada como «la suiza» en sus diarios, durante su estancia en el sanatorio de Riva.

Después de esto, Kafka intentó trasladarse a Berlín, pero el estallido de la Primera Guerra Mundial se lo impidió. No fue movilizado por sus problemas de salud. Durante la segunda mitad de 1914 escribió un antecedente de El proceso (Fragmento de Josef K.) y la narración En la colonia penitenciaria.

Como consecuencia de la guerra el marido de su hermana Elli tuvo que incorporarse al ejército, por lo que Kafka tuvo que hacerse con la dirección de la fábrica de la familia y su hermana trasladarse a vivir a la casa familiar. Esto obligó a Kafka a alquilar una habitación. Como consecuencia de todo ello no escribió nada durante casi año y medio, desde octubre de 1914.

Deprimido por estos acontecimientos, intentó reconciliarse con Felice ayudado por Grete Bloch, con quien mantenía una relación que daría lugar a un hijo. En julio de 1917 se comprometieron en matrimonio, pero otra vez la boda no llegó a consumarse. En diciembre se separaron definitivamente.

La noche del 12 al 13 de agosto se le manifestó una hemoptisis que confirmó una tuberculosis pulmonar. Durante su estancia en Schlesen para asistir a un sanatorio conoció a la joven Julie Wohryzek, con la que se prometió en matrimonio. La extracción social no burguesa de la chica puso en contra de la relación al padre de Kafka. La relación con Julie se rompió en noviembre de 1919.

En otoño de 1920 escribió varias piezas narrativas del género de las parábolas aforísticas. Como consecuencia del empeoramiento de su estado de salud, pasó gran parte de 1921 y 1922 en sanatorios. Durante los tres meses que pasó en Meran en la primavera de 1922 consolidó por vía epistolar su relación con la escritora, traductora y periodista checa Milena Jesenskà, casada, a quien había conocido a principios de 1920.

Entre diciembre de 1920 y septiembre de 1921 estuvo en el sanatorio de Matliary, etapa en la que conoció a un amigo que lo sería por el resto de su vida, Robert Klopstock. Hasta 1923 escribió, entre Praga y Berlín, una docena de relatos.

En julio de 1923 estuvo en una colonia judía de vacaciones en Müritz, a orillas del Báltico, donde conoció a Dora Diamant, una joven periodista de 25 años descendiente de una familia judía ortodoxa que había huido de su pueblo natal. Ella le disuadió de un viaje programado a Palestina para octubre. Más tarde se trasladó a Berlín, con la esperanza de distanciarse de la influencia de su familia y concentrarse en su obra. Allí vivió con Dora, que se convirtió en su compañera y tuvo mucho que ver en el interés de Kafka por el judaísmo.

En la Navidad de 1923, Kafka contrajo una pulmonía que le obligó a regresar al hogar paterno en Praga en marzo de 1924. Al agravarse la enfermedad ingresó en el sanatorio de Wiener Wald, cerca de Viena, donde sufrió un ataque de tuberculosis de laringe, lo que hacía que tragar los alimentos le resultara muy doloroso, de manera que en sus últimas semanas se alimentó principalmente de líquidos. Le trasladaron a la clínica universitaria de la capital y a finales de abril al sanatorio Dr. Hoffmann de Kierling, donde falleció el 3 de junio. Le enterraron el 11 de junio en la parte judía del Nuevo Cementerio de Praga-Žižkov.


Obra epistolar, diarios y aforismos

Aforismos, visiones y sueños (1917)
Cuadernos en octava (1917)
Diarios (1910-1923)
Escritos sobre sus escritos (1917) Publicado en España como Escritos sobre el arte de escribir, 2003.
Carta al padre (1919)
Cartas a Felice (1967)
Cartas a Milena
Cartas a Ottla
Cartas a la familia

Aforismos, visiones y sueños
208 páginas
Editor: Valdemar, 2.004. Colección: El Club Diógenes
Traducción de José Rafael Hernández Arias

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