Anne Sexton

Otra poeta imprescindible, que tras la caminata de hoy día 13, durante esta pandemia, presta su voz a este dietario.


De Anne Sexton casi siempre se recuerda el final. No es fácil librarse del ritual de muerte que la poeta interpretó el 4 de octubre de 1974, cuando se puso el abrigo de piel que había heredado de su madre, se bebió dos vodkas y con un tercero en la mano entró en el garaje de su casa, encendió el motor y la radio de su Cougar rojo y se quitó la vida. Poco importaba su enorme talento, su fama, su belleza, el éxito de su obra en el ámbito literario y académico. Tampoco sus dos hijas. 

(Elsa Fdez Santos, El País)

 

Anne Gray Harvey, nombre real de Anne Sexton, nació en Boston, Massachusetts, el 9 de noviembre de 1928.. "Víctima del sueño norteamericano, lo único que deseaba era un pequeño trozo de vida: casarme, tener hijos. Creía que las visiones, los demonios, las pesadillas desaparecerían al confortarles suficiente amor".

Ama de casa que lamentaba no haber cursado estudios universitarios, modelo profesional en cortos periodos de su vida, dos hijas —Linda y Joyce—, existencia suburbana con lapsos en hospitales psiquiátricos, intentos de suicidio, divorcio. Y todo esto hubiera sido idéntico a cualquier otra neurosis americana excepto por una decisión: en 1957 se inscribe en el taller de poesía de John Holmes del Centro de Educación para Adultos de la Universidad de Boston.

Tres años después publica su primer libro de poemas. Su carrera es exitosa e ininterrumpida. Autora de diez libros de poemas, cuentos para niños en colaboración con Maxine Kumin y una novela inconclusa. Obtuvo distinciones de múltiples universidades y sociedades de escritores, diversas becas y premios, coordinó varios talleres de creación poética y participó en coloquios y congresos. Recorrió el país de cabo a rabo leyendo su obra. Obtuvo el premio Pulitzer de poesía en 1967.

Ningún poeta americano ha gritado públicamente tantos pormenores íntimos.

Su poesía es algo más que el signo de su lucha —que termina en nefasta profecía con suicidio—. Su contienda por la fe, su manía, su depresión, su vida y su experiencia como susceptibles de ser poesía: ésa es la que no pierde.



Un ejemplo de su originalidad al tratar las metáforas, como parábolas que partiendo de un acontecer real e intrascendente, explica el inquietante paso de la infancia a la madurez. 

Su escritura esta desbordada de coraje, de hablar de lo innombrable en femenino, del hogar, del trato recibido por los hombres, de sus miedos y de su cuerpo.


"Ostras"


Ostras comimos

dulces bebés azules,

doce ojos me clavaron la mirada,

mojados en limón y Tabasco.

Tenía miedo de comer este alimento paterno

y Padre rió

y tragó su martini

prístino como las lágrimas.

Era un remedio suave

que venía del mar hasta mi boca

húmedo y blando.

Tragué.

Descendió como un gran flan.

Luego comí a la una y a las dos.

Luego me reí y luego nos reímos

y déjenme tomar nota ―

hubo una muerte,

la muerte de la infancia

ahí en Union Oyster House

porque yo tenía quince años

y estaba comiendo ostras

y la niña fue derrotada.

Venció la mujer.


"Oysters"


Oysters we ate,

sweet blue babies, tweIve eyes looked up at me,

running with lemon and Tabasco.

I was afraid to eat this father-food

and Father laughed/ and drank down his martini,

clear as tears. lt was a soft medicine

 that came from the sea into my mouth,

 moist and plump,

 I swaIlowed.

It went down like a large pudding.

Then I ate one o'clock and two o'clock.

Then I laughed and then we laughed 

and let me take note -

there was a death, the death of childhood

there at the Union Oyster House

for I was fifteen and eating oysters

and the child was defeated.

The woman won.

Traducción de Verónica Zondek



«Sólo una vez»


Sólo una vez supe para qué servía la vida.

En Boston, de repente, lo entendí;

caminé junto al río Charles,

observé las luces mimetizándose,

todas de neón, luces estroboscópicas, abriendo

sus bocas como cantantes de ópera;

conté las estrellas, mis pequeñas defensoras,

mis cicatrices de margarita, y comprendí que paseaba mi amor

por la orilla verde noche y lloré

vaciando mi corazón hacia los coches del este y lloré

vaciando mi corazón hacia los coches del oeste y llevé

mi verdad sobre un pequeño puente encorvado

y apresuré mi verdad, su encanto, hacia casa

y atesoré estas constantes hasta el amanecer

sólo para descubrir que se habían ido.


De: «Poemas de amor» – 1969

Traducción de Ben Clark

Ed. Linteo Poesía 2009

Poema original en inglés:


«Just once»


Just once I knew what life was for.

In Boston, quite suddenly, I understood;

walked there along the Charles River,

watched the lights copying themselves,

all neoned and strobe-hearted, opening

their mouths as wide as opera singers;

counted the stars, my little campaigners,

my scar daisies, and knew that I walked my love

on the night green side of it and cried

my heart to the eastbound cars and cried

my heart to the westbound cars and took

my truth across a small humped bridge

and hurried my truth, the charm of it, home

and hoarded these constants into morning

only to find them gone.


Anne Sexton 

De: «Love Poems» – 1969



Sus libros de poesía son:

Obra traducida al castellano:

El asesino y otros poemas (Antología) – 1996.

Vive o muere – 2008

Transformaciones (Selección y traducción de 11 textos, de los 16 del libro original) – 2009.

Poemas de amor. Edición bilingüe. – 2009

Quince poemas. – 2011.


Poesía completa. Edición bilingüe. 

Traducción, introducción y notas de José Luis Reina Palazón.

 Ediciones Linteo, 2013 

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