Las cumbres nevadas entran en diálogo con el soneto XCVII de Shakespeare




Hoy compartimos en este inicio del nuevo año, un soneto de Shakespeare. 

Elegimos diferentes traducciones, que como puede comprobarse, presentan diferencias en su rima y en el sentido que toma el soneto. No es objeto de este texto decantarse por una u otras, solamente pretendemos mostrar las dificultades del ejercicio de traducir del inglés al español un soneto del finales del siglo XVI.

Estos sonetos fueron escritos a lo largo de varios años (1.592-1.597) y suman un total de 154. Los primeros 126 están dedicados a un varón, y los restantes 28 a una dama morena (“dark lady”). La primera edición salió a la luz en 1.609, pero se tienen noticias de su existencia desde 1.598.

Están redactados con influencia del renacimiento italiano, y en concreto de Petrarca (s. XIV) y su Cancionero, conjunto de sonetos dedicados a su amada Laura. Pero, como sucede tantas veces en la obra de Shakespeare, inauguran un nuevo tipo de poesía lírica moderna.

De hecho mientras el soneto clásico consta de dos cuartetos y dos tercetos, el soneto isabelino, el soneto de Shakespeare, presenta tres cuartetos y dos versos llamados pareados.

Los poemas llevan una dedicatoria a un tal mister. W.H., “The only begetter of these ensuying sonnets”. (El único engendrador de estos sonetos). El término es también ambiguo, porque begetter significa tanto ´inspirador´ como ´engendrador´

Ninguno de los sonetos va titulado ni lleva fecha. Por tradición, se han distinguido cuatro apartados o grupos, según el tema y contenido de los sonetos: del 1 al 17 están dedicados a un joven bello al que se insta para que se case y tenga hijos. Es la perduración del amor en otro ser amado. Del 18 al 126 en los que se incluyen diferentes temas y situaciones. Están dirigidos también a un joven.

Del 127 al 152 son los famosos sonetos dedicados a la “dark lady”, que no sabemos si de verdad era una mujer negra o si el adjetivo está utilizado de forma metafórica. Hay también un poeta rival al que menciona varias veces. La presentación de la dama negra: Se ha identificado presuntamente a Mary Fitton, una mujer de la corte y prostituta como el referente para este personaje. La Mary Fitton histórica no era negra, era una dama blanca de pelo oscuro, que llegó a tener un hijo ilegítimo. En estos poemas la dama negra tiene cabellos oscuros que parecen alambres; no camina con delicadeza sino con voluptuosidad, ella hoya y sacude el camino, lo conmociona porque despierta el deseo.








How like a winter hath my absence been
From thee, the pleasure of the fleeting year!
What freezings have I felt, what dark days seen!
What old December's bareness everywhere!
And yet this time removed was summer's time;
The teeming autumn, big with rich increase,
Bearing the wanton burden of the prime,
Like widow'd wombs after their lords' decease:
Yet this abundant issue seemed to me
But hope of orphans, and unfathered fruit;
For summer and his pleasures wait on thee,
And, thou away, the very birds are mute:
   Or, if they sing, 'tis with so dull a cheer,
   That leaves look pale, dreading the winter's near.

Soneto 97

 ¡Oh, qué tan semejante al invierno me ha sido,
esta ausencia de ti, placer de año fugaz!
¡Qué heladas he sentido, qué oscuros días vi!
¡Qué vieja desnudez, en todo, de Diciembre!

    Mas el tiempo de ausencia era estación de estío, 5
el otoño fecundo, orlado en ricos frutos,
llevando el peso erótico de la fiel primavera,
como vientres de viudas, tras morir sus esposos.

    Pero esta inmensa prole a mí me parecía,
como esperanza huérfana, como frutos sin padre, 10
ya que el dulce verano, tan sólo a ti esperaba
y por estar tan lejos, no cantan ni los pájaros:

    O si cantan lo hacen con tal sombra de pena,
que las hojas desmayan, temiendo ya el invierno.

Versión lírica de Ramón García González



Guy Paul reads Shakespeare's Sonnet 97 | Festival of Love




Lejos de ti mi ausencia ha sido invierno,
de ti, placer del año fugitivo.
Cuantos hielos sentí, que oscuros días,
y de viejo diciembre qué penuria.
Era entonces de veras el verano,
el otoño ferviente y ya más rico,
grávido nuncio de una primavera
como la entraña viuda de su dueño.
Pero tal efusión es esperanza
de huérfanos, de frutos sin raíces.
Te esperan el estío y sus delicias
y lejos tú las aves enmudecen.
Si cantan, con tan triste gozo cantan
que es pálido el follaje ante ese invierno.

 Traducción de Jorge Guillén

 

En castellano tenemos la suerte de contar con una traducción excelente de los sonetos de Shakespeare, que mantiene la distribución estrófica del soneto inglés y que transforma los endecasílabos originales en tridecasílabos (un verso muy poco común en la tradición castellana). Es una hazaña técnica, realizada por Agustín García Calvo a  finales de lo 70, lograr verter el contenido condensado de los sonetos shakespearianos, en apenas dos sílabas más por verso.

La edición bilingüe de este soneto puede encontrarse en la colección de bolsillo Compactos, de la editorial Anagrama. Una obra que es un verdadero tesoro. El actor irlandés Denis Rafter y él filósofo español Agustín García , interpretaron allá por 1.983 una selección de los sonetos de Shakespeare traducidos por el zamorano.
 









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