Hannah Arendt pasea entre la niebla sin evitar meterse en charcos

 La figura de la filósofa Hannah Arendt (Hanover, 1.906 - Nueva York 1.975) está omnipresente en mis lecturas gracias a la vigencia de sus teorías (los refugiados, los derechos humanos, el antisemitismo, el racismo, la amistada, el poder, el sistema y el ciudadano, etc.) Fue el encargo que la revista "The New Yorker" hizo a la pensadora para cubrir periodísticamente el proceso judicial contra el nazi Adolf Eichmann en 1961, un punto de inflexión en su pensamiento. Eichmann perteneció al gobierno de Hitler en Alemania y es considerado uno de los grandes ejecutores de la 'Solucion Final', la estrategia nazi para acabar con los judíos. Se le juzgó en Israel por 15 delitos contra la humanidad y fue ejecutado en 1962.

Este trabajo se convertiría en uno de los libros más importantes de Hannah Arendt, 'Eichmann en Jerusalem. La banalidad del mal', que narra el día a día de las sesiones judiciales, cuestiona los procedimientos empleados por la justicia israelí y es, sobre todo, un retrato psicológico de Eichmann como una pieza al servicio de un tablero totalitario y asesino y un cuestionamiento de los métodos empleados en nombre del Estado de Derecho. Así, la autora, describe cómo el nazi no era un sociópata ni un perturbado mental, como se trataba de imponer a la opinión pública, sino que realizaba su trabajo "eficazmente" cumpliendo órdenes de sus superiores y con el deseo de aumentar su poder e influencia dentro de un sistema criminal.

Para ella, el colonialismo, el imperialismo y el racismo conducen a la deshumanización de los individuos.

Por esta postura, fue atacada por muchos sus compatriotas y aún hoy en día, parte de la comunidad judía critica sus puntos de partida y conclusiones. 


Hannah Arendt, alemana de origen judío, se doctoró en Filosofía en la Universidad de Heidelberg.

Aunque filósofa de formación clásica, seguidora de la escuela de Martin Heidegger, en 1.941 emigró a Estados Unidos para huir de los nazis junto a su marido, un hecho que fue determinante en su carrera como politóloga y estudiosa de los totalitarismos.

En 1.951 publica 'Los orígenes del totalitarismo', en el que bucea en la mecánica y la génesis del antisemitismo, el racismo, la deshumanización de los individuos que concluyen en sistemas burocráticos del asesinatos en masa (como demuestra la historia)

En Estados Unidos, impartió clases en las universidades de California, Chicago, Columbia y Princeton.

Entre 1.944 y 1.946 fue directora de investigaciones para la Conferencia sobre las Relaciones Judías. De 1.949 a 1.952, directora de la Reconstrucción Cultural Judía, organismo encargado de recuperar los escritos judíos que se habían dispersado por la persecución nazi.

Además de 'Los orígenes del totalitarismo' y 'La banalidad del mal', Hannah Arendt ha escrito otras obras fundamentales del pensamiento de la segunda mitad del siglo XX como 'La condición humana' (1.958), 'Entre el pasado y el futuro' (1.961) o 'La crisis de la República' (1.972).


Hanna Arendt dijo de forma magistral:

 "Sabemos que vamos a morir pero no nacemos para morir, nacemos para continuar"

"El perdón es la clave para la acción y la libertad."

"Bajo condiciones de tiranía es más fácil actuar que pensar."

"Nada de lo que usemos, escuchemos o toquemos podrá expresarse en palabras de igual manera a como lo percibimos a través de los sentidos."

"No hay pensamientos peligrosos, pensar es de por sí lo peligroso."

"Los revolucionarios no son los que hacen las revoluciones, sino los que saben que el poder está en las calles y pueden levantarlo."

"Hay un precepto bajo el cual he vivido: prepárate para lo peor, espera lo mejor y acepta lo que venga".

"Pensar y estar completamente vivo son lo mismo."

"El fracaso del tribunal de Jerusalén consistió en no abordar tres problemas fundamentales harto conocidos y suficientemente estudiados, a partir de la formación del tribunal de Nuremberg: el problema de la parcialidad propia de un tribunal formado por los vencedores, el de una justa definición de "delito contra la humanidad", y el de establecer claramente el perfil del nuevo tipo de delincuente que comete este tipo de delito." ('Eichmann en Jerusalem')

"El problema con Eichmann fue precisamente que muchos fueron como él, y que la mayoría no eran ni pervertidos ni sádicos, sino que eran y siguen siendo terrible y terroríficamente normales. Desde el punto de vista de nuestras instituciones legales y de nuestras normas morales a la hora de emitir un juicio, esta normalidad es mucho más aterradora que todas las atrocidades juntas".

"Lo que hace que los hombres obedezcan o toleren, por una parte, el auténtico poder y que, por otra, odien a quienes tienen riqueza sin el poder, es el instinto racional de que el poder tiene una cierta función y es de uso general.". ("Los orígenes del totalitarismo").

(Fuentes: "La banalidad del mal" y "Los orígenes del totalitarismo" de Hannah Arendt (Editorial Lumen). Biografía de Hannah Arendt en la Enciclopedia Británica.)









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