Rolando Kattan y su "Tratado sobre el cabello"
Un mes de octubre que cambia las manecillas del reloj.
Un reloj que se come el cocodrilo como en Peter Pan. Se come a los ingenuos, a aquellos del todo vale,
aquellos que piensan que esto era una fiesta infinita.
Este poema lo escuché en la sala de mis amigas Gongorinas, las mejores editoras Cartoneras.
Gracias por acogerme sin barreras, abrazado por palabras.
The Divine Comedy - The Booklovers
Tratado sobre el cabello
Todas las cosas grandes
inician con una idea en una cabeza despeinada
como pudo –por decirlo así- crear Dios el universo con una cabeza engomada
¿Qué habría hecho Noé adentro del arca con una cabeza de mayordomo
o Jesucristo en el monte si sus cabellos no se hubiesen entrelazado con el viento?
Heráclito salió del río tan despeinado como Arquímedes de la bañera
y a Sócrates y a Platón les crecía sobre su calvicie una cabellera desorbitada
es sabido que Homero murió arrancándose los pelos de desesperación
y que Cervantes Quevedo y Góngora se peinaban
como Shakespeare solamente el bigote
Juana de Arco ardió más fuerte en la hoguera por su aguerrida cabellera
y en la antigüedad
los primeros hombres en sembrar el café y el maíz
los chamanes y los sacerdotes
los que tallaron en las lejanas piedras los primeros poemas
todos son parte de los anónimos despeinados de siempre
después
a Newton lo despeinó una manzana
a Tomás Alba Edison la electricidad le puso los pelos de punta
Bach disimulaba su melena con una peluca
y Leonardo Da Vinci se despeinaba también las barbas
todos los ángeles del cielo las hespérides las musas
las sirenas y las mujeres que saben volar
todos y todas tienen extensas cabelleras destrenzadas
en la historia reciente
Albert Einstein fue el más despeinado del siglo XX
y Adolfo Hitler por supuesto
el de los cabellos más ordenados
pero las cosas grandes también son cosas sencillas
como aquellos que llegan a casa apresurados por despeinarse
o los niños cuando aprenden del amor despeinando a sus madres
es obvio que los sueños nacen en las cabezas dormidas
porque siempre están despeinadas
y los amantes que sobre todas las cosas se despeinan
cuando se besan y se aman
por eso les digo:
hay que desconfiar de un amor que no te despeina.
Del libro "Animal no Identificado", 2013
en "Sibila: revista de arte, música y literatura" Sevilla, Año 2020, Número 60.
Rolando Kattan
(Honduras, 1979), poeta, bibliófilo, editor, gestor cultural y miembro de la Academia Hondureña de la Lengua. Ha publicado los libros de poesía Exploración al Hormiguero (Editorial Sexta Vocal, Tegucigalpa, 2004); Poemas de un Relojero, Costa Rica, 2013); Animal no Identificado (Ed. Gattomerlino, Italia, 2014); Acto Textual (El Ángel Editor, Ecuador, 2016); El árbol de la Piña (Ed. Cisne Negro, Honduras, 2016). Parte de su obra ha sido traducida al francés, árabe, italiano, chino, macedonio, griego, portugués e inglés. Es Premio al Voluntariado Cultural 2011 por la Secretaría de Cultura, Artes y Deportes de Honduras, la Embajada de España en Honduras, el Programa de Voluntarios de las Naciones Unidas, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Y, además, ha sido reconocido con el Premio Othli por la Secretearía de Relaciones Exteriores de México y el Instituto de los Mexicanos en el Exterior.
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