Walcott era un poeta
Walcott era un poeta.
Un poeta de verso largo de voz caribeña, dotado para la pintura eligió la dramaturgia y la poesía. Un Homero de Trinidad, que con "Omeros" (1.990), llegó a ser considerado uno de los grandes poetas vivos de finales del XX.
Nos acercó a las Antillas, a sus playas, a sus mujeres, a ese sol abrasador y a las playas tan largas como su epopeya Omérica. Omérica o América, una América que incluya las Antillas. El Caribe. Admirador de Pound, de Chejov, de Tenesse W, y de Wole Soyinka, nos deja una obra enorme en páginas y en hondura y mitos.
Hoy finalizando septiembre, conviviendo con lo que han dado en llamar la segunda ola del coranavirus, sacamos del estante dos versos del poeta antillano mas reconocido.
To Norline
This beach will remain empty
for more slate-coloured dawns
of lines the surf continually
erases with its sponge,
and someone else will come
from the still-sleeping house,
a coffee mug warming his palm
as my body once cupped yours,
to memorize this passage
of a salt-sipping tern,
like when some line on a page
is loved, and it's hard to turn.
by Derek Walcott, 1987
Para Norline
Esta playa permanecerá vacía
para nuevos amaneceres color pizarra,
de líneas que las olas continuamente
borran con su esponja,
y alguna otra persona vendrá
de la casa aún dormida,
un tazón de café calentándole las manos
como en otro tiempo mi cuerpo acogió el tuyo,
para memorizar este pasaje
de una golondrina sorbedora de sal,
como cuando se ama una línea en
una página, y se hace difícil pasarla.
Tomorrow, Tomorrow
I remember the cities I have never seen
exactly. Silver-veined Venice, Leningrad
with its toffee-twisted minarets. Paris. Soon
the Impressionists will be making sunshine out of shade.
Oh! and the uncoiling cobra alleys of Hyderabad.
To have loved one horizon is insularity;
it blindfolds vision, it narrows experience.
The spirit is willing, but the mind is dirty.
The flesh wastes itself under crumb-sprinkled lines,
widening the Weltanschauung with magazines.
A world’s outside the door, but how upsetting
to stand by your bags on a cold step at dawn
roses the brickwork and before you start regretting,
your taxi’s coming with one beep of its horn,
sidling to the curb like a hearse – so you get in.
Mañana, Mañana
Recuerdo las ciudades que no he visto
del todo. Venecia y sus venas de plata, Leningrado
con sus minaretes de caramelo entrelazado. París. Pronto
los impresionistas estarán creando luz de la sombra.
¡Ah! y como cobras enrolladas los callejones de Hyderabad.
Haber amado un horizonte es insularidad;
ciega la visión, reduce la experiencia.
El espíritu está dispuesto, pero la mente es sucia.
La carne se desperdicia entre líneas salpicadas de migas,
y amplía la Weltanschauung con revistas.
Hay un mundo al otro lado de la puerta, pero qué triste
pararte junto a tus maletas en un frío escalón cuando el alba
tiñe de rosa el enladrillado, y antes de empezar a lamentarlo,
llega el taxi, toca el claxon una vez,
avanza hacia el bordillo como un coche fúnebre… y te subes.
Derek Walcott
"El testamento de Arkansas"
Editorial Visor, Madrid, 1.994
Traducción del Inglés: Antonio Resines
Derek Walcott (Castries, Isla de Santa Lucía, 1.930 – Gros Islet, 2.017). Poeta y dramaturgo del caribe anglófono y que funde la tradición cultural antillana con la poesía clásica. Sus textos aúnan complejidad formal con intimidad y cercanía. Su obra se encuentra intensamente relacionada con el simbolismo de los mitos y su relación con la cultura.
Fue uno de los mayores referentes contemporáneos en lengua inglesa. Entre sus poemarios destacan Otra vida (1.973), El reino del caimito (1.979), El testamento de Arkansas (1.987) y el poema épico Omeros (1990). Su obra Garcetas blancas (2.010) recibió el premio T.S. Eliot 2.011. Es además autor de numerosas obras de teatro y de una compilación de ensayos que lleva por título La voz del crepúsculo (2.000). Fue galardonado con el premio Nobel de Literatura en 1.992.
Sobre él, Joseph Bodsky afirmó que es “el hombre gracias al cual vive el idioma inglés” y que “la cobardía mental tanto como espiritual, evidente en esos intentos de retratar a este hombre como un escritor regional, puede explicarse por la resistencia de la crítica profesional a conceder que el gran poeta de la lengua inglesa es un hombre negro”.
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