Brevedad y calma


"Nessun dorma"
Luciano Pavarotti.
 The John Alldis Choir, Wandsworth School Boys Choir, 
London Philharmonic Orchestra, Zubin Mehta.1.986

Álbum: "Nessun dorma!"

Compositores:
Giuseppe Adami, Renato Simoni, Franco Alfano, Giacomo Puccini.




«[...] Mientras exista un verbo “ser” que parezca funcionar
como “comer” o “beber”; mientras existan adjetivos como “idéntico”,
“verdadero”, “falso”, “posible”; mientras hablemos de un flujo temporal
y de una expansión del espacio, etc., tropezarán los hombres siempre
con las mismas dificultades y mirarán absortos algo que ninguna
aclaración parece poder disipar.
Por lo demás, esto satisface una necesidad de trascendencia,
ya que al creer que ven el “límite del entendimiento humano”, creen
naturalmente que pueden ver más allá de él».

Wittgenstein: Aforismos. Cultura y Valor (§ 75).




«Paz en los pensamientos.
Esa es la ansiada meta de la filosofía».


Wittgenstein: Aforismos. Cultura y Valor (§ 252).




Volvamos al aforismo.

Al arroyo de la vida. Al pensamiento.

Al origen, si es que alguna vez hemos sabido de dónde no venimos.


El origen fue el silencio, fue la escucha seguida de un susurro, y más tarde ya nos preparamos para hablarnos.

Fueron una vez la penumbra, fueron la sombra, el rayo, la luz cual acontecimiento.


Ahora que todo quieren que sea miedo y confusión,  algunos elegimos dejamos sumergir en una fragancia fugaz de la tierra mojada, en el delicado tacto del pan recién horneado que nos dura hasta irnos a dormir. El inmortal instante del abrazo chorreando verdad por los costados.


La palabra mínima. La esencia. Nuestro pequeño y particular mundo.


Un pequeño gesto, un resplandor en la noche eterna. 

Apenas nada es todo. Y este todo como consuelo, como una sola nota pulsada, que vela la partitura de vocablos manoseados.

El aforismo como miniatura, como aquellos que llevan desde el viernes sin decir una palabra.



Luciano Pavarotti (Módena, 12 de octubre de 1935 – 6 de septiembre de 2007)

Dotado de impostación natural,­ Luciano Pavarotti poseía una voz excepcional, por calidad y extensión, de las que solo aparece una cada siglo: timbre hermosísimo emitido con gran squillo que permitía a la voz propagarse en todas direcciones de forma prodigiosamente natural y sin aparente esfuerzo. Una voz solar, mediterránea, con una extensión de dos octavas que en los mejores tiempos de su carrera le permitió abarcar del do2 al re4. Concentró su repertorio en los roles clásicos de tenor lírico en óperas como La Bohème, La Traviata o Madama Butterfly y cuando su voz empezó a oscurecerse, añadió papeles de mayor peso vocal como Canio, de Pagliacci; Manrico de Il Trovatore; Radamès, de Aida; y Calaf, de Turandot, cuya aria “Nessun dorma” ha quedado para siempre unida a su voz. Apenas se aventuró en el territorio de los papeles dramáticos y casi nunca cantó en otro idioma que no fuera el italiano.

Pero Pavarotti no se limitó a ser el mejor tenor de su generación y uno de los mejores del siglo XX junto a Enrico Caruso; fue también el tenor más popular de la historia de la ópera. El primer tenor moderno en salir de los teatros líricos, en dar conciertos en estadios deportivos, parques (en 1993 reu­nió a medio millón de personas en Central Park), en grabar discos con temas populares, en participar como invitado en programas televisivos, en conducir en 1980 el desfile del Columbus Day en Nueva York a lomos de un poderoso caballo y enfundado en la bandera de las barras y estrellas y cantar junto a celebridades del mundo del pop, como Madonna, Elton John, Paul McCartney.

Biografía rescatada de Ópera Actual.

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