Tilda y John: cuestión de fechas
John Peter Berger (Londres, 1.926 - Antony, 2.017) Fotografías tomadas en la Casa Encendida de Madrid el 10 de Febrero de 2.010. |
Katherine Matilda Swinton (Nacida el 5 de Noviembre de 1.960)
Un año antes de morir, John Berger (Londres, 1926-Antony, 2017), guionista, crítico de arte y escritor, compartió varias charlas en su casa con su amiga, la actriz Tilda Swinton. Esas conversaciones, a veces íntimas, a veces políticas, a veces memorialistas, se recogieron en el documental The Seasons in Quincy: Four Portraits of John Berger.
Merece la pena no dejar de preguntarse
qué hizo invisibles a dos tercios de los seres humanos
que habitamos el maltratado Planeta.
¿Quiénes los abandonamos solos y olvidados
bajo el aguacero acerado del invierno interminable?
Guerras invisibles que decidimos no mirar.
"Uno elige que no mira"
El silencio que no miente
frente al ruido mentiroso que apenas nos deja pensar.
Dulzura en tu lucidez,
andabas huyendo de la metrópolis
pero sin huir de los tiempos presentes,
buscaste siempre otras fatigas
y te realizaste en campesino,
sentándote en un lugar desde el que escuchar más detenidamente
las utopías silenciadas por esta realidad liquida, cínica y
puritana.
"La devastación que produce la obtención de beneficios,
según la define el capitalismo, es hoy mucho mayor que
nunca."
Refugiados, clientes-consumistas, olvidados, todos desorientados.
En tus pausas mientras dibujas, fumas y creas,
ocurre la Historia, y se convoca a aquello que está por venir,
por decir por escribir por vivir.
En tus pausas cada vez más largas
fuiste generosamente dejando paso libre
a la sangre nueva,
abrazando sus miradas desde el perpetuo amor.
John Berger fue escritor, poeta, crítico
de arte, ensayista y pintor. Coincidía él y Tilda Swinton en que ambos habían
nacido el mismo día, con treinta años de diferencia.
Les unía su mirada abierta, sus comunes
intereses, sus vinculaciones con iniciativas políticas y sus participaciones
con artistas de vanguardia.
Dos seres nada banales muy alejados de los
convencionalismos.
Les unía ser hijos de soldados. Ser
hijos de padres silenciosos.
Se conocían desde siempre.
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